NOVEDADES JUDICIALES EN EL CASO MARIELA BORTOT

A punto de cumplirse 4 meses de la desaparición de Mariela Bortot, la vecina que salió a caminar un sábado por la tarde en el mes de enero, el fiscal de instrucción Gustavo Zucchiatti ordenó el secuestro de dos teléfonos celulares que pertenecerían a vecinos de las localidades de Inriville y de Corral de Bustos.
Según trascendió de fuentes judiciales, estos hombres, ambos mayores de edad, habrían mantenido contactos telefónicos con la mujer. En ese sentido, la fiscalía desarrollará una tarea en las líneas para determinar los mensajes y llamadas que se emitieron y recibieron desde un lapso de tiempo previo hasta el 25 de enero pasado, día de la desaparición de Mariela, la mujer de 40 años y madre de dos hijas.
Los aparatos telefónicos y las líneas respectivas serán sometidas a pericias por parte de técnicos de la Policía Judicial de Córdoba. Del mismo organismo, el fiscal Zuchiatti aguarda todavía el resultado de las pruebas que se debían realizar sobre los cabellos que fueron hallados en el automóvil que manejaba el único detenido, el policía Jorge Orellano. Para los defensores de éste, imputado del supuesto delito de “privación ilegítima de a libertad”, se trata de un paso fundamental que debería haberse dado al comienzo. Consideraron que a través de un seguimiento de la historia de comunicaciones entre estos hombres y Mariela se podría lograr un avance en la investigación.
Orellano está detenido desde principios de febrero pasado en base, entre otras pruebas, al testimonio de una empleada de una estación de servicios, a la que el acusado le habría dicho «me mande una cag...», al mismo tiempo que se lo veía embarrado y sucio.

Info: La Mañana de Córdoba
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