CÓRDOBA: ACTITUD HEROICA Y SOLIDARIA DE UN BELLVILLENSE

El lunes al mediodía, Alex Álvarez (28) sacó a su perro a pasear por la costa del río Suquía, a la altura de la Isla de los Patos. El perro, un labrador dorado, sale siempre con correa, pero el lunes Alex se la había quitado para que estuviera más cómodo y pudiera correr. En un descuido, el perro se acercó al río porque tenía sed y se resbaló, cayendo al agua.
Alex lo llamó y aunque el perro intentaba volver con su dueño, no podía salir del agua, porque las lluvias recientes habían aumentado el caudal y la velocidad del río. Entonces Alex se metió al agua, justo antes del Puente Santa Fe, y tomó al labrador en sus brazos. Pero, ahí la situación se complicó: en ese punto, un canal de hormigón sirve para encauzar al río, por lo que la velocidad del agua aumenta y las orillas se convierten en dos pendientes de cemento resbaloso. Con el agua por la cintura, Alex no gritaba ni pedía ayuda. Todavía pensaba que podía sacar a su perro. Cuando la corriente y las piedras del fondo le permitían hacer pie, trataba de levantar al labrador empapado y lo arrojaba hacia las orillas, pero sin suerte. El río seguía empujándolos y a cada metro Alex estaba más cansado. Ya se habían alejado bastante del Puente Santa Fe, y desde sus barandas la gente comenzó a asomarse.
El perro lloraba. Llegó un momento en el que Alex no pudo más y el labrador empezó a alejarse, aguas abajo, en dirección al Puente Avellaneda.
Mientras tanto, arriba, en la costanera, varias personas se asomaban para mirar y los autos pasaban indiferentes. Hasta que Javier Schunk (31) vio la escena desde su utilitario gris, y no lo dudó: estacionó donde pudo y salió corriendo hacia el río. Al llegar a la orilla se sacó el buzo y las zapatillas, y se zambulló sin preámbulos.
Pudo alcanzar al labrador, que gemía desesperado. Gracias a eso, Alex se relajó, se acercó a la orilla y se dejó ayudar por un transeúnte que lo jaló hacia afuera. Schunk acercó al labrador en sus brazos hacia la orilla, y el perro también fue arrastrado fuera del agua.
Finalmente salió él, a unos cien metros del lugar en el que se había arrojado al río. “Es que soy de Bell Ville y allá el río es más profundo, estoy acostumbrado”, dijo Schunk mientras estrujaba su remera y recibía las lamidas del agradecido perro.
Héroe. Mientras varios miraban desde afuera, él se metió al agua para ayudar. La Policía llegó 10 minutos después.

En la fotografía Schunk es la persona de la izquierda
Publicado por Día a Día de Córdoba.
INFO: CANAL 2 BELL VILLE
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