La investigación se inició el 27 de Marzo, cuando Mabel Fared, fuera encontrada por una amiga, Gladis, en su vivienda de ruta 11, sin vida y sobre una enorme mancha de sangre.
En el lugar, personal policial, secuestró un martillo tipo masa, que presentaba restos de sangre, aparentemente usada como el arma homicida, la que se hallaba oculta bajo la mesada de un lavedero. La autopsia realizada determinó que la causa del deceso fueron los numerosos golpes que la víctima recibió en rostro y cabeza.
De la vivienda no faltaron elementos de valor, incluso se encontró una importante suma de dinero, por lo que se descartó la hipótesis del robo, pero si se estableció el faltante del teléfono celular de la muerta.
Si bien se tendieron varias líneas investigativas y no se descartaba un crimen pasional, los esfuerzos mayormente estaban dirigidos a localizar el teléfono celular, elemento que sin duda llevaría al asesino. Tal es así que miércoles, a través del rastreo satelital del celular se estableció que esta había sido activado por un joven, N. M. y al proceder a su arresto este manifestó que el celular se lo habría vendido su hermano, C. G. de 21 años, con domicilio en Oliveros.
El Juez ordenó la detención de este último y en sede policial se determinó que C. había ido a la casa de FARED el sábado por la tarde, a pedido de la víctima, ya que este realizaba trabajos de albañilería pero en un momento dado y en circunstancias poco claras comenzaron a discutir, discusión a la que se sumó agresión física que derivó en la muerte de la mujer de 55 años.
INFO: CADENA SUDESTE
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