“Las cerealeras siguen con lo mismo, no tuvimos cambios, la borba de maíz sigue volando por todos lados” relataba un vecino en el comienzo de la sexta sesión ordinaria del Concejo Deliberante en que vecinos de Leones concurren al recinto para reclamar acciones en el corto plazo que terminen con la polución generada por las cerealeras y la elaboración de un proyecto que las reubique fuera del ejido urbano.
Con el aporte de material fotográfico registrado durante el pasado fin de semana, la concurrencia sumó más evidencias sobre la polución provocada por las acopiadoras de granos que, según indicaron, continúa en los mismos niveles que cuando se inició el reclamo. En este nuevo encuentro, se incorporaron algunos residentes del Barrio Sud -próximos a los silos ubicados sobre las vías férreas- que contaron su experiencia de vida en cercanías a las plantas y ratificaron lo dicho por otros ciudadanos que subrayaban el permanente particulado en suspensión que sobrevuela en el aire leonense. El único cambio positivo que indicaron fue el cumplimiento de lo pactado la semana pasada cuando se anunció que los silos permanecerían con los aireadores apagados entre la medianoche y las siete de la mañana, “por lo menos ahora podemos descansar más tranquilos” destacaron.
En líneas generales, el malestar e indignación mostrado por la concurrencia tuvo dos ejes centrales: por un lado, el no cumplimiento del decreto reglamentario realizado por el departamento ejecutivo en la segunda semana de manifestación que emplazaba a las cerealeras a arbitrar en el transcurso de 10 días hábiles todos los medios necesarios a fin de disminuir la polución ambiental. Ese lapso de tiempo ya transcurrió, las acopiadoras siguieron generando molestias pero no se realizaron controles ni hubo sanciones como lo establecía el decreto municipal, por lo cual durante varios segmentos de la reunión se reclamó la aplicación del decreto con sus respectivos castigos para quienes no acataron la medida. Incluso hubo vecinos que, con documentación en mano, señalaron que existen ordenanzas que fueron sancionadas hace más de 10 años cuando un grupo de leonenses pedían lo mismo que en la actualidad, pero que nunca fueron aplicadas, señalando que en ese sentido todas las autoridades que se sucedieron en el poder hasta la fecha incumplieron con sus deberes de funcionarios públicos. El otro punto que generó malestar e indignación fue la carta abierta publicada la semana pasada por las cerealeras en los periódicos locales, que fue unánimemente rechazada y calificada como “una vergüenza”, entre otras cosas, porque lo que se busca no es confrontación como indicaron las acopiadoras pero que en última instancia ello nunca pudo ocurrir porque los gerentes de las firmas todavía no concurrieron al concejo. Al igual que ocurriera lunes anteriores, se puso de manifiesto la implementación de mecanismos que podrían ser entendidos como intimidatorios para acallar voces.
Tras la manifestación de los vecinos, la Presidenta del Concejo Deliberante Irma Beatriz Lozano evaluó que “si no hay cambios es por la no predisposición mostrada por una de las partes que no se está haciendo cargo, que no quiere oír y que indicó al periodismo como culpable desde el primer día” al tiempo que sobre el proyecto que están elaborando los concejales para el traslado de las cerealeras indicó que “no nos queremos apurar porque nos hemos cansado de sancionar ordenanzas que después no se hacen cumplir”.
Respecto a medidas en el corto plazo, la titular del cuerpo deliberativo mencionó que el lunes 26 de abril comenzarán las auditorías que la municipalidad hará sobre las cerealeras, que tendrán a un encargado de la parte técnica legal y a otro a cargo del relevamiento auditor propiamente dicho.
INFO: EL INFORMANTE
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Sergio Maraschio
LAS NORMAS, DECRETOS Y DEMAS SE DICTAN PARA CUMPLIRSE Y EN CASO CONTRARIO DEBE HABER UNA SANCION..........COMO OCURRE EN TODO ASPECTO LEGAL.....COMO TODO SE DEBEN TOMAR DECISIONES A VECES ANTIPATICAS A ALGUNA DE LAS PARTES, PERO EN BENEFICIO DE LA MAYORIA.........
Cristian J. Molina
Es indignante que una de las partes sostenga que el problema es el periodismo. Pero independiente de esto, de lo que sostenga esta parte, eso no excusa para absolutamente nada. Es momento de actuar y es una decisión política la que debe ponerse en funcionamiento en el corto, mediano y largo plazo. Se debe promover una ley que debe ser cumplida, aún cuando una de esas partes no esté de acuerdo. En democracia, la norma es que se decide lo que la mayoría determina, a pesar de que exista una minoría en disidencia. En este caso, que esa parte siga sosteniendo eso, no implica que la salud de Leones y la de los vecinos no siga deteriorándose o no sea afectada. Por opinar, opinamos todos y, mientras no existan pruebas contundentes sobre los niveles de polución de Leones, nadie va a hacer nada. Insisto en que un estudio de impacto ambiental SERIO Y CORRECTO -financiado desde el Municipio- debe hacerse ya. Y que, a partir de él, se deben dar las herramientas para hacer acatar el plan de acción a esas partes que se niegan a solucionar el problema. La contaminación en Leones es una realidad que sobrevuela el aire y la necesidad de un nuevo reordenamiento urbano -con traslado de las plantas- es la única solución contundente al problema. Pero sin un estudio serio que oficie como prueba de esto, no se puede actuar sobre las partes involucradas en el conflicto.
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