40 familias bolivianas deben desalojar el predio donde viven y fabrican ladrillos, lo que ha creado una situación social de difícil resolución.
El inmueble ubicado al final de la avenida España, adyacente a la salida a Justiniano Posse por la ruta 3, fue vendido por su actual propietario a una empresa que iniciará una urbanización, razón por la cual los nuevos titulares han emplazado a los trabajadores y sus familiares a abandonarlo.
Son familias con muchos hijos, varios de ellos nacidos en la Argentina y se dedican exclusivamente a la fabricación de ladrillos tradicionales, de los cuales son los principales productores locales.
Los afectados solicitaron una audiencia a la intendente Carmen Ceballos y además tenían previsto reunirse esta noche para buscar una salida a su afligente situación.
En este sentido, el Foro en Defensa de la Democracia de Bell Ville pidió “a las autoridades y la comunidad toda, buscar una solución”, porque además del problema humano –asegura- “sería un contrasentido perder esta valiosa fuente de producción y mano de obra ya instalada y en funcionamiento, teniendo en cuenta los planes de vivienda estatales y privados que se anunciaron últimamente”.
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