Continúan los inconvenientes y las denuncias por malos tratos de parte del personal de la policía Caminera. En esta oportunidad el damnificado resultó ser el señor Ertemio Ricatto de la localidad de Camilo Aldao en un control en el ingreso a la localidad de Corral de Bustos.
Informe de Luis Baldesone de la localidad de Camilo Aldao.
El martes por la noche en medio de un control de la policía caminera en el arco de ingreso a la localidad de Corral de Bustos se registró un hecho de abuso de autoridad, donde resultó damnificado el señor Ertemio Ricatto, quien fue detenido y previo a una discusión, fue agredido físicamente por personal de la Policía Caminera.
El damnificado, el señor Ertemio Ricatto en comunicación con Panorama relató lo sucedido.
“Soy de Camilo Aldao, pero mi hijo y su familia viven en Corral de Bustos. El martes por la noche mi hijo junto a su mujer e hija vinieron a visitarnos y de regreso a Corral de Bustos, unos metros antes del arco de ingreso a la localidad, mi señora que manejaba el auto, detiene el auto sobre la banquina ya que mi nieta quería orinar, y luego retomamos con el viaje”.
“En el control nos detienen y solicitan carnet de conducir, y diferentes papeles del auto que fuimos entregando. A mi esposa también le hicieron un control de alcoholemia, y se lo hacían repetir y soplar varias veces, por lo que les dije que mi señora no tomaba. El examen finalmente dio cero, pero como yo me quejé, me quisieron hacer el control de alcoholemia a mi, y como yo no manejaba el auto, me negué”.
“Luego llegó un amigo que venía en auto atrás mío y desciendo del auto para pedirle el número de teléfono de mi abogado que no tenía a mano. En ese momento el policía aprovechó y me agarró del brazo y comenzó a pegarme patadas, me tiraron al suelo, me metieron adentro de un patrullero y me trasladaron hasta la comisaría junto a mi esposa”.
“Los policías manifestaban que venía manejando yo el auto y al observar a la caminera detuve el auto y pasó a manejar mi esposa, cuando en realidad no fue así, sino que manejaba mi esposa y detuvo el auto en la banquina porque mi nieta quería orinar”.
“Mi señora y yo fuimos revisados por el médico del Hospital, y posteriormente nos trasladaron nuevamente a la policía y finalmente nos dejaron en libertad a eso de las cinco de la mañana. La verdad que nos trataron como delincuentes”. Finalizó el señor Ricatto.
INFO: RED PANORAMA
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