Imputaron al hombre de El Trébol señalado por su propia familia como quién asaltó y golpeó brutalmente a dos jubilados, ocasionándole a uno de ellos la muerte. El juez Jorge Patrizi dispuso la prisión preventiva.
El fiscal Francisco Cecchini atribuyó a J. Silva (32) del «robo agravado por el resultado de homicidio» en perjuicio de Héctor Blas Arena -de 78 años-, y del «robo agravado por causar lesiones graves» a otro hombre mayor, delitos cometidos el jueves 5 y viernes 6 de enero.
«Lo maté»
La fiscalía señaló que la mañana del viernes 6, alrededor de las 9, Silva arribó a la casa de Héctor Arena, ubicada sobre calle París al 341. Eran alrededor de las 9 cuando ingresó y lo atacó intempestivamente, dejándolo sobre el piso con fracturas de cráneo. Revisó todo y se llevó un reloj y una alianza de oro, un celular, una billetera con billetes de moneda argentina fuera de circulación legal, una cuchilla y un revólver.
Momentos más tarde, una vecina de Silva lo vio arribar a su domicilio, visiblemente alterado, diciendo «lo maté, lo maté al viejo». Ella le preguntó de quién hablaba, y él se refirió a Arena, a quien conocía porque tanto él como su pareja solían realizar trabajos en su casa.
Algunos de los objetos que tenía consigo los escondió en el techo, y a otros en un pozo sobre el tejido perimetral de su vivienda, antes de ingresar. La vecina no fue la única en enterarse de que Silva había agredido a Arena, ya que éste se encargó de contárselo a algunos de sus hermanos y llamó a su madre, asustado, y le dijo «que le pegó al hombre Arena y que le salía mucha sangre».
La madre y una de sus hermanas acudieron al domicilio del hombre para ver qué había pasado. Tras confirmar los dichos de Silva tuvieron la intención de denunciar, pero el miedo las frenó. Se acercaron a la policía recién cuando el treintañero anunció que se iba de la ciudad.
Fuga
Arena permaneció más de 24 horas sobre el suelo de su vivienda, herido de muerte. Una de sus hijas lo encontró en un charco de sangre, con el rostro muy hinchado y apenas capaz de balbucear. A su alrededor, estaba todo desordenado. Falleció al día siguiente en un sanatorio de Rafaela.
Cuando la familia de Silva se acercó a las autoridades, se inspeccionó la vivienda y encontraron los elementos robados a Arena. El imputado ya no estaba en El Trébol, sino que tras vender un par de muebles y armar su mochila había viajado rumbo a Tostado, donde vive su expareja junto a algunos de sus hijos.
Tras enterarse de que era buscado, su exsuegro dio aviso a la policía, que lo detuvo en la calle y lo trasladó hasta la ciudad de Santa Fe, donde fue imputado.
Otro robo
El día anterior al brutal ataque que le costó la vida a Arena, Silva participó de un robo de similares características. Durante los primeros minutos de ese jueves 5 de enero, ingresaron a una vivienda ubicada sobre la Cortada Guadalupe al 680 junto a un hombre aún no identificado.
Ambos iban encapuchados y le dieron una golpiza al dueño de casa hasta dejarlo inconsciente, para luego llevarse su celular. La víctima se fue a Rosario, y denunció lo sucedido recién dos días después.
Un allegado a Silva declaró que «días atrás me dijo que fue de un viejo y que lo había cagado a palos». Este relato, sumado al de otro testigo que permitió conectar a Silva con el robo, ya que había vendido el teléfono sustraído a la víctima.
Tras la imputación, el magistrado señaló que en la investigación se encuentran presentes tanto el riesgo de fuga como de entorpecimiento probatorio, motivo por el cual resolvió ordenar la prisión preventiva sin plazos.
Info: El Litoral
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