Una vecina que sería cliente recurrente de los alojamientos amorosos escrachó sin piedad a dos telos de la ciudad por lo que consideró un servicio deficiente.
"¿Me podrían hacer una nota? Es urgente", comenzó la conversación esta mujer. En su alegato apuntó contra dos "telos" de la ciudad, enumerando varios factores relacionados a la mala atención.
Sobre el primer lugar, comentó: "Hay sábanas rotas, puertas rotas, el aire hace ruido, no hay privacidad cuando uno entra al lugar porque hay alguien que te abre. Me he dejado cosas yo y personas que las que he estado, y una sola vez se devolvió algo, el resto de las veces nunca".
"Hoy fui y una de las chicas que nos atendió, nos atendió re mal, se notaba cansada. Mi amigo le preguntó un par de cosas y nunca las contestó. Le hizo mal gesto", aseguró.
"Vas y se escucha lo que pasa en la otra habitación, no hay mucha intimidad, hay mucha oscuridad en las habitaciones, el espejo roto. Las duchas algunas tienen agua caliente otras no. A veces tampoco hay agua", continuó.
"Uno le tiene que pedir que prendan el aire y hacen un ruidazo. Las puertas cuando querés salir afuera a la calle se traban, renegás siempre con la llave", prosiguió.
Además, sostuvo que siempre tienen problemas para entregarle el ticket, ya sea presencialmente o por e mail. "Cada vez más caro y el servicio una porquería", concluyó sobre este primer lugar. Ahora, vamos por el segundo.
"Fui una vez y me cobraron un shampoo que no me correspondía pagarlo, pero un amigo lo pagó para no tener problemas. Voy después con otro al mismo lugar, le pido el ticket de lo que mi amigo había gastado y me dice la chica que no daban ticket".
"Yo le dije pasame tu número de celular así yo cuando vaya a otro motel te mando la foto, que es mi derecho recibir el ticket de mi gasto en el motel. Hubo un ida y vuelta con esta mujer y después se metió el dueño".
"Me dijo que había tratado mal a la chica y que no fuera más, que era un negra de mierda, una puta, una negra quilombera; le dije que mi derecho era recibir el ticket y obviamente ni hablar de un trato digno".
"Mi amigo ya había pagado el turno y quería que me fuera sin estar, sin haber cumplido el turno", aseguró, por lo que decidió tomar medidas civiles.
"Fui a la Defensoría del Pueblo para solucionar el problema, pero no quería seguir amargándome la vida con esta gente que no vale nada como ser humano", explicó luego.
Sin embargo, las quejas continúan: "Uno de mis amigos también ha tenido que llamar al teléfono interno del motel para pedir que pongan calefacción, sino se cagaba de frío y muchas veces de calor".
"Uno no puede ir al baño porque se escucha todo, no tenés privacidad por más que este la puerta cerrada. Y se escucha cuando limpian, cuando hablan, cero privacidad", ahora sí, concluyó la mujer, finalizando su declaración sobre la mala atención recibida.
Info: Villa María Ya.
-----------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario