En Inriville, el pueblo clama por Mariela Bortot

Vecinos y familiares de la mujer cortaron el acceso a la localidad. Hubo indignación por la declaración de Jorge Orellano, el expolicía detenido, quien asegura que es inocente. La mujer no aparece.

Psicópata, devolvenos a Mariela”, rezan los pasacalles que ayer se colocaron en el ingreso a Inriville antes de que un grupo de vecinos decidiera cortar la ruta para reclamar mayor celeridad en el caso que tiene en vilo a esta localidad del sudeste de Córdoba. Mariela Bortot de­sa­pareció hace 27 días sin 
dejar rastro y por el caso está detenido Jorge Orellano, un expolicía que trabajaba como ­seguridad de la estancia pro­piedad del intendente, Marco Rodrigué.
El sospechoso declaró este miércoles ante el fiscal de Corral de Bustos, Gustavo Zucchiatti, y –según trascendió de fuentes judiciales– dio su explicación sobre lo que hizo el día en que desapareció Mariela.
Ayer, en plena tarde, un familiar de la mujer cortó la ruta 6 atravesando un camión y un grupo de gente se reunió en el lugar para protestar. “Había mucho enojo con la declaración de Orellano”, dijo una fuente que estuvo en el lugar.
El corte total de la ruta duró unos 20 minutos y después los manifestantes decidieron abrir media calzada.

Horacio Baleani, abogado de la familia Bortot que se presentó como querellante en la causa, le dijo a este diario que Orellano “armó una coartada para justificarse ante el fiscal”.
“Ahora habrá que evaluar si lo que dice es verdad o mentira”; dijo el letrado, que añadió: “Ante el fiscal dio una expli­cación aparente pero dudo de 
lo que dice. Armó una coartada y hay que confrontarlo con la prueba”.
Baleani manifestó que la ­familia de Mariela vive horas de angustia extrema. “Pasaron muchos días sin ninguna no­ticia”.
Según fuentes judiciales, en su declaración, Orellano aseguró que el 25 de enero pasado estuvo dedicado a sus labores como seguridad de la estancia, compró ropa y, por la noche salió con una mujer.

Una de las pruebas que comprometen a Orellano, y que fue central para que el fiscal ordenara su detención, fue un video que tomó una cámara de seguridad de la estación de servicio ubicada al ingreso de la ciudad. Allí, según fuentes de la causa, Orellano aparecería en dos oportunidades y, en la última, se muestra con su ropa embarrada y otros signos que levantaron la sospecha de los investigadores. Además, trascendió que existe un testimonio que lo involucra ya que le habría dicho a una mujer que se había mandado una macana.

INFO: LA VOZ DEL INTERIOR
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