Tras el allanamiento en el Geriátrico Irene, ubicado en la calle Bolívar al 1400 de Villa María, llegaron más testimonios acerca de situaciones adversas que vivieron las personas alojadas en el lugar.
El hijo de una mujer -quien prefirió, para resguardar a su madre, no dar a conocer su identidad- habló de que su preocupación comenzó al inicio, después de una primera buena impresión, le llamó la atención que la dueña del lugar le pidiera plata anticipada.
Después, notó que terceras personas. y no los otros alojados, comían los alimentos que le llevaban para darle gustos, como facturas, masas finas o sándwiches de miga. Pero lo peor fue cuando pudo hablar con una extrabajadora del lugar, que lo alertó acerca de las pastillas no recetadas que le daban a su madre.
Por su parte, las familias y extrabajadores accedieron a un audio de quien sería la propietaria, en la que refiere que le mezclaban tranquilizantes, Rivotril, en el nugaton que luego les ofrecían a quienes estaban alojados en el lugar.
Dicha información surge luego de que comenzara a circular un audio, supuestamente de Claudia, quien señala que le ponen un clonazepam al Nugatón para tranquilizar a los adultos mayores.
Por su parte, la pareja de quien se encontraba a cargo del lugar, es un paramédico que se encuentra detenido, por lesiones leves calificadas en el marco de violencia familiar.
A su vez, hacia su persona pesan antecedentes de abuso sexual, por los cuales habría sido condenado tiempo atrás.
INFO: MULTIMEDIOS MALDONI
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