.Desde la cárcel local, cuestionaron a los responsables del área Educación por poner escollos para que se desarrollen normalmente las actividades de formación para los presos.
Todo lo que dicen de la cárcel de Villa María es cierto”, indicaron desde la Unidad Penitenciaria local.
A través de un mensaje enviado a la Redacción, un interno explicó que se viven situaciones muy difíciles.
“Lo que más lamento son los obstáculos que ponen para la educación”, indicó el detenido, que pidió reserva pública de su identidad.
Entiende que la escuela es una llave para reinsertarse en la sociedad alejado del delito, cuando cumpla la condena, pero que la persona que está encargada de esa área, “es más un celador que un educador. Prefiere reprimir antes que abrir las puertas para más cursos”, aseguró.
Señala que esos escollos hacen difícil la tarea de los maestros y profesionales que ponen todo su empeño en ayudar a que los internos salgan adelante.
Coincide con los reclamos por la situación edilicia y de servicios, haciendo especial énfasis en las dificultades que acarrea la falta recurrente de energía eléctrica y de agua potable.
Otro problema que planteó es el ingreso de droga a la cárcel. “Las visitas pasan por una requisa estricta”, indicaron, por lo que no entiende cómo ingresan sustancias prohibidas para el consumo de los que están alojados en los pabellones de barrio Belgrano.
Estela Grognoletti se desempeñó como directora de la Unidad Penitenciaria de Villa María hasta su jubilación. Hizo una dupla en la conducción con otra mujer, Sandra Liendo. Una es psicóloga y la otra trabajadora social. Desde sus miradas como mujeres y con formación universitaria, hicieron posible que, pese a las carencias, las cárceles se acercaran al precepto constitucional de que son para reinserción de los reos y no para castigo.
Desde esa experiencia, Grognoletti, ya jubilada, escribió en su muro de Facebook: “Vieron la portada de EL DIARIO de Villa María (en referencia a la que publicó la nota de Adriana Revol). Se acuerdan que no recibía mas internos por el hacinamiento. ¿Qué me contestaron los genios de Córdoba? Que quién era yo para cerrar la cárcel; bueno ahí tienen la denuncia, una vergüenza. Eso por no darle bola a los que trabajan en las cárceles del interior, inflaron para cubrir Córdoba, todo lo que yo les dije pasó. Suerte para los genios que viven atrás de un escritorio y se las saben a todas”.
Pero agrega algo más inquietante: “También les digo a todos mi compañeros que siempre para esta fecha suele explotar algún pabellón. Esto viene sucediendo hace cuatro años, espero que no suceda. Cuídense y piensen siempre en su familia, que total nadie te reconoce nada del servicio”.
INFO: EL DIARIO CBA
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