Un villamariense le ganó una demanda millonaria a La Serenísima por incumplir con la entrega de premios de la campaña "Destapadísimos". El juez hizo lugar a su reclamo y ahora la empresa deberá indemnizarlo en más de 2 millones de pesos.
En una entrevista brindada a Villa María Ya! el juez del fuero Civil, Sebastián Monjo, contó detalles de un caso novedoso, casi sin jurisprudencia, que empezó a ejecutarse en el año 2013. Quien inició la acción fue el abogado local Lisandro Caronni.
Él, como tantos otros que compraron productos de la marca durante el tiempo que duró la campaña Destapadísimos, esperaba canjear los premios en los locales donde se vendían los productos. Los premios eran una cuestión muy sencilla: yogures o dinero en efectivo, pero poca cantidad. Al intentarlo y no poder hacerlo, acudió a casi media docena de comercios de la ciudad acompañado de un escribano.
En todos lados le decían que no le podían dar el premio porque La Serenísima no reponía el stock después. Con esta prueba, acudió a la justicia y los demandó, entre otras cosas, por daño moral. Y La Serenísima se sometió al proceso judicial, y en varias oportunidades intentó entregar los premios para dar por finalizado el caso.
Pero ya era tarde. Por catorce botellitas de Actimel, siete postres Serenito de 120 gramos y dieciséis botellitas de Danonino, La Serenísima podría terminar pagando una multa de casi 2,7 millones de pesos. Es cierto que apeló el fallo del juez Monjo, pero el perjuicio ya está hecho.
Consultado por este medio, el juez afirmó que el daño debe ser reparado porque además se busca que los propios ciudadanos se pongan en un rol de controlador para evitar que las empresas "estafen" o engañen a los consumidores.
INFO: VILLA MARIA YA!
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