Consecuencia de un siniestro vial ocurrido hace casi 10 años
Después de exactamente nueve años y ocho meses, la Justicia condenó a un automovilista que provocó un luctuoso accidente carretero en el que perdieron la vida una niña de 4 años y su abuela de 73, ocurrido sobre la autopista Rosario-Córdoba, a la altura del kilómetro 555 y en inmediaciones del puente de acceso por la ruta provincial 2.
Al caer la noche del sábado 21 de abril de 2012, en las inmediaciones del predio que ahora ocupa la planta de ACA Bio (se inauguró en octubre de 2014), un vehículo Citroën C4 gris metalizado (fotografía) embistió por alcance a un Volkswagen Senda del mismo color en el que viajaba una familia proveniente de la localidad bonaerense Escobar, con destino Córdoba capital.
El impacto fue tan violento que el Senda dio varios tumbos y quedó con las ruedas hacia arriba, totalmente destruido, en medio del cantero central, mientras que el C4 fue a parar a la banquina de la derecha, a pocos metros del alambrado perimetral de un campo.
Como consecuencia del tremendo choque, la pequeña Sasha Valeria Eilén Bordón (4) murió en forma instantánea, mientras que su abuela, Audelina Dionisia Córdoba (73), perdió la vida en el Hospital Pasteur, luego de que los médicos intentaran reanimarla durante desesperantes 45 minutos. Había sufrido traumatismos de tórax y cráneo, además de varias fracturas.
El Citroën era conducido por Roberto José Sánchez, un comerciante nacido en Bell Ville el 23 de marzo de 1971 (actualmente tiene 50 años), pero domiciliado en Buenos Aires sin número de la localidad de San Marcos Sud, quien iba acompañado por tres de sus cuatro hijos, por entonces de 11, 8 y 7 años (hoy 21, 18 y 17), quienes sufrieron heridas leves.
En el VW, además de las víctimas fatales, viajaban Raúl Alberto Navarro, Yolanda Plaino y la menor Iarana Santucho, quienes tenían 38, 38 y 12 años, respectivamente, al momento del hecho. La pareja resultó con heridas de distinta consideración, pero sin riesgo de vida, mientras que la niña sufrió fractura en ambos fémures y quedó internada en la Terapia Intensiva del Pasteur.
Al cabo del juicio oral realizado anteayer en la Cámara del Crimen de Villa María, el vocal Félix Martínez declaró a Roberto Sánchez autor penalmente responsable de los delitos de “homicidio culposo agravado” (dos víctimas fatales), “lesiones graves culposas” (dos heridos) y “lesiones leves culposas” (un tercer herido) y le impuso una sanción de tres años de prisión de cumplimiento efectivo y seis años de inhabilitación para conducir todo tipo de vehículo, además de las costas del proceso.
En la misma sentencia, Martínez ordenó la inmediata detención y prisión preventiva de Sánchez, que se efectivizó en la misma sala de audiencias, y su traslado al Establecimiento Penitenciario Nº 5.
En principio, el bellvillense deberá completar al menos ocho meses “a la sombra” para poder solicitar la “libertad condicional”, ya que se trata de un convicto primario. Por lo tanto, con buena conducta y una pericia psicológica favorable, el hombre radicado en San Marcos Sud podrá salir de la cárcel el 21 de agosto de 2022.
Además del juez Martínez, participaron de las deliberaciones el fiscal Francisco Márquez y los abogados cordobeses Miguel D’Angelo (representante de los familiares de las víctimas, quienes se constituyeron en la causa como querellantes particulares), Ana Laura Rodríguez y Dana Florencia Grappi Caldera (codefensoras de Sánchez).
En los alegatos, la Fiscalía de Cámara solicitó la condena finalmente aplicada; la Querella, cinco años de cárcel (el máximo previsto por la ley) y 10 años de inhabilitación (también el máximo), mientras que la Defensa solicitó una pena de tres años, pero en forma de ejecución condicional (es decir, en suspenso).
Por último, cabe señalar que, además de ser comerciante, Sánchez estudió enfermería, fue fotógrafo policial en los años 90 y se desempeña como pastor evangélico desde 2018.
Info: El Diario (Villa María)
---------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario