Ante la repercusión pública que tuvo en nuestra ciudad, el cierre de la Imprenta Relcar, de Silvina y Emiliano Ruffo (hijos del extinto Daniel), ocurrido el lunes 30 de mayo, NUEVO DÍA habló con el secretario gremial local, Gustavo Molina, de la Unión Obrera Gráfica Cordobesa. -
¿La imprenta Relcar, de Silvina y Emiliano Ruffo, despidió a todos sus empleados?
-Sí, han despedido a seis compañeros, sin motivos. Ellos directamente cerraron la imprenta, alegando no tener trabajo para mantenerla abierta. Esto ocurrió el 30 de mayo. La gente fue a trabajar normalmente y cuando llegaron se encontraron con que estaba cerrado, le habían cambiado la cerradura, porque algunos tenían llave para entrar; también les pusieron candados a las puertas. Hasta el momento, nadie había recibido telegrama de despido; se quedaron afuera. Yo les había adelantado que podía suceder eso, porque ellos ya habían tenido charlas con los dueños donde les aclararon que no tenían trabajo o que estaba escaseando, y que no iban a poder tener mucho tiempo más el lugar abierto. De todas maneras, los empleados no esperaban que fuera tan pronto. Les había explicado que debía constatar que se habían presentado a trabajar ese día, por lo que hicieron comparecer a un oficial policial para que confeccione el acta correspondiente. A las dos horas de estar afuera del establecimiento, llegó el correo con los telegramas de despido. En ese momento me llamaron para que los asesore en lo que debían hacer. Telefoneamos al gremio, en Córdoba, y ahí nos informaron que debían retirarse del lugar. Previo a esto, el jueves 26 de mayo, había venido gente del gremio, con sus abogados, y del Ministerio de Trabajo, para llamarlos a una audiencia en Córdoba para que la patronal exponga su realidad y lo que pensaba hacer. Fueron citados para el miércoles 1 de junio. Se realizó esa reunión pero no se llegó a ningún acuerdo, porque Silvina y Emiliano no llevaron ninguna propuesta para arreglar la situación de los compañeros, es decir: indemnizarlos, como corresponde por ley, porque los despidieron. Ella alegó que se tiene que hacer cargo Héctor Ruffo, por parte solidaria, según el artículo 225 de la ley de contrato de trabajo.
-Sin embargo, cuando se separan, Héctor se hace cargo de una parte de los empleado. -
Exactamente, sin embargo, lo que dice ese artículo, es que si una parte no se hace cargo, le corresponde a la otra parte, por solidaridad, cosa que no corresponde en este caso, porque Silvina y Emiliano tienen la maquinaria y el inmueble para responder a las indemnizaciones. Ellos dicen que no tienen dinero, que no tienen nada, y por eso tampoco proponen nada. No se habló de quiebra porque no se la iban a aceptar, ni el Ministerio ni el Gremio, ya que -como mínimo-, tienen que pasar dos años de crisis justificados con facturación, como para presentar la quiebra.
-¿Cómo está actuando el Gremio en este caso?
-El lunes 6 de junio, vino gente del Gremio a hacer firmar un acta a los compañeros para después realizar el embargo correspondiente al inmueble de Silvina y Emiliano Ruffo. Ello ya fue constatado y se va a presentar en el Juzgado el lunes 13 de junio, en Marcos Juárez, para asegurar -por lo menos-, la indemnización de la gente. El martes 7 de junio, previamente, es la segunda audiencia, se esperará alguna propuesta de pago, y serán los compañeros los que decidan si están de acuerdo o no con lo propuesto. Si no se llega a nada, se procederá al embargo, y se verá si pueden justificar, las acciones que están realizando. Sabemos que, aunque ellos alegan la falta de dinero, Silvina tiene programado un viaje a los EE UU de América con toda su familia para el 20 de junio, es decir que dinero hay; también tienen inmuebles, vehículos. Si tuviesen un poco de consideración por sus empleados, algunos con treinta años de trabajo en la imprenta, si hubiera intención de su parte, esto se podría arreglar tranquilamente, aunque sea por la memoria de su padre o por respeto a la gente que trabajó para él. Son seis familias que se han quedado si su entrada de dinero. División de Relcar y cierre de la imprenta de Silvina y Emiliano:
El 1º de marzo de 2011 se produjo la división de la empresa de Daniel y Héctor Ruffo, dedicada a la tarea gráfica, serigrafía, señalizaciones viales y otros , con muchas décadas en la profesión y con clientes en la región y distintas partes del país. Desde hacía varias décadas, se habían trasladado al nuevo edificio ubicado en el barrio Sud. Después del fallecimiento de Daniel Ruffo, se produjo la incorporación a la empresa de sus hijos Silvina y Emiliano. El 1 de marzo, se decidió la división de la empresa con su inmueble, el personal y máquinas, por lo Imprenta Relcar, de Silvina y Emiliano Ruffo, pasó a funcionar en la esquina de Sarmiento y Bouquet; mientras que Relcar Impresores, de Héctor Ruffo, llevó su administración a callejón Bell Ville y Bouquet.
El cierre de la Imprenta Relcar, quedaron sin trabajo: Natalia Penna, Mario Cartechini, Martín Sachetto, Pedro Medina, Clemar Rulfo y Sergio Cabral.
No se presentaron a la audiencia en Córdoba.
Para el martes 7 de junio estaba prevista en el Ministerio de Trabajo, sede en Córdoba capital, una audiencia conciliatoria entre las partes; pero, los propietarios de Imprenta Relcar y su abogado defensor, doctor Diego Barovero, no se presentaron. Ello, habría determinado el aplazo de la misma para el jueves 9, a las 14:00. De ocurrir nuevamente la ausencia de una de las partes, actuaría la fuerza pública para contar con la presencia de los mismos en una nueva audiencia. A su vez, en la mañana del miércoles 8, después de las 8:00, para hacer el reclamo pertinente del pago de los sueldos del mes de mayo, los seis empleados despedidos, junto al secretario general gremial de Córdoba capital, Hugo Ortiz, y un inspector del Ministerio de Trabajo, visitaron los domicilio particulares de Silvina Ruffo (M. Moreno 834) y su hermano Emiliano (Libertador 843), para plantear formalmente la demanda, pero no fueron atendidos, lo que se hizo constar.
INFO: NUEVO DÍA
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