La causa conocida públicamente como “El chico del campanario”, que investiga la denuncia de Mauricio Ruybal contra un sacerdote por un supuesto caso de abuso sexual acontecido en Corral de Bustos en el año 2012, suma una nueva instancia procesal luego de que por segunda vez se registrara su reapertura y con ello se diera paso a una tercera etapa investigativa, esta vez, a cargo de la Fiscalía de Marcos Juárez.
Con ello, el sacerdote que se encuentra en una parroquia riocuartense y cuyas iniciales son C.G.A., fue imputado por un delito de instancia privada y ahora se somete por tercera vez a un proceso judicial con el fin de que se esclarezcan los hechos denunciados.
El doctor Sandro Gabriel Ferrero (MP 3-5110), especialista del fuero penal-criminal y abogado representante del sacerdote denunciado, confía en que en esta nueva instancia volverá a demostrarse la inocencia de su defendido y con ello solicitará el sobreseimiento “total e irrevocable” del religioso denunciado.
“El curso de la investigación que se reabre apunta a establecer lo que ya se había establecido en los dos archivos anteriores, pero con algunas medidas probatorias mucho más ampliadas. La finalidad de la defensa técnica no va a ser la de un archivo más, sino que va a ser un pedido de sobreseimiento total e irrevocable en esta causa penal”, manifestó Ferrero.
El defensor del cura local dijo que finalizado el proceso que se inicia pedirá el sobreseimiento.
Y agregó: "Seguramente se hará en el transcurso de este año, luego que se practiquen las medidas ordenadas por la Fiscalía de Instrucción, que por una cuestión de reserva al procedimiento, y para no entorpecer el mismo, voy a mantener bajo reserva”.
Etapas investigativas
Ferrero explicó que a partir de la denuncia inicial formulada por el supuesto hecho registrado en 2012 fue que en febrero de 2014 se dio la apertura de la primera investigación a cargo del fiscal de Instrucción de Corral de Bustos.
“Esa primera investigación culmina archivando la causa por inexistencia del hecho, en tanto y en cuanto no pudieron ser corroborados los dichos en torno a la denuncia. Posterior a eso, el asesor letrado que se constituyó como querellante del denunciante apeló la medida, por lo tanto, se reabrió nuevamente la investigación. Se le dio nuevamente el trámite, se realizaron numerosos actos procesales para corroborar los dichos del denunciante y el año pasado, en 2023, culmina en un nuevo archivo de la causa”, precisó el abogado.
Y añadió: "El asesor nuevamente plantea una apelación, se corre a la fiscal de Cámara de la ciudad de Bell Ville que tiene competencia en ese aspecto y emite un dictamen disponiendo que se practicarán algunas otras medidas probatorias respecto al hecho. Sobre esa base se lo aparta al fiscal de Corral de Bustos y pasa a la Fiscalía de Marcos Juárez. Radicada la causa en la Fiscalía de Corral de Bustos y siguiendo las directivas de la Cámara del Crimen, se le da curso a la investigación”. En la primera indagatoria, el sacerdote denunciado se abstuvo de declarar a los fines de dar paso al acceso al expediente que ya acumula varias actuaciones en torno a la causa.
“Desde el momento en que he asumido la defensa, mi función de abogado defensor es controlar los actos procesales que ha desplegado la Justicia con el objetivo de esclarecer precisamente la denuncia formulada en 2012.
Es un control de los actos procesales porque ya el denunciado ha prestado toda su colaboración sometiéndose a las pericias psicológicas, psiquiátricas, testimoniales, informe del clero, del Obispado, y numerosas pruebas que corroboran que la denuncia no ha podido ser acreditada en prueba y, por lo tanto, la inexistencia del hecho denunciado”, señaló Ferrero.
INFO: PUNTAL RIO CUARTO
Foto Ilustrativa
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