El cabo primero G. L., quien presta servicio en la zona de Villa María como parte de una patrulla de la Policía Caminera, decidió grabarse mientras efectuaba la práctica onanista, pero jamás imaginó que las imágenes pasarían luego “de mano en mano” entre sus camaradas de armas en no menos de seis grupos de WhatsApp de uniformados que existen en el territorio cordobés.
La indignación era mayúscula: “Es una vergüenza. Embarra a su propio padre, que fue un hombre intachable de la fuerza y que hace años trabaja en la Policía Judicial”, dijeron fuentes de la fuerza, al tiempo que indicaron que “el protagonista de esta lamentable historia se presentó con un jefe de la Caminera en la sede policial de Villa Nueva para denunciar que le habían “hackeado” el celular, pero eso no cambia nada porque las imágenes, que duran más de un minuto, no están trucadas”.
Imágenes al Tribunal de Conducta
Y agregaron: “Ya le estamos enviando el video, con el pedido de disculpa correspondiente por la obscenidad, a la presidenta del Tribunal de Conducta (de la Policía), la doctora Ana Becerra, para que tome las medidas del caso”.
“También lo enviamos a EL DIARIO porque tenemos miedo de que la plana mayor, por vergüenza, no haga público el asunto y todo quede en la nada”, apuntaron.
Los denunciantes, integrantes de la fuerza, expresaron que “seguramente este muchacho necesita un examen psicológico antes de ser enviado a lugares donde haya algo que pueda despertar sus bajos instintos”.
Entre las muestras de repulsa, una señalaba que “en momentos en que estamos defendiendo nuestros derechos, sobre todo por los recortes a nuestras jubilaciones, aparece un estúpido de estos que deja el prestigio de los policías por el piso”.
INFO: EL DIARIO
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(2594) Córdoba - Argentina
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