La Justicia santafesina investiga un episodio que involucra al intendente de la localidad cordobesa de Cruz Alta, Marcos Bizet, quien fue acusado de causar, junto a un grupo de vecinos, la rotura de un sector de la ruta provincial 15 para facilitar el paso del agua y aliviar la crítica situación hídrica por la que atraviesa la localidad a causa de las intensas precipitaciones y del desborde del río Carcarañá, que afectó viviendas y obligó la evacuación de varias familias.
El mandatario local admitió ayer a La Capital “haber acompañado” a las personas que tomaron la cuestionada decisión, aunque aclaró que “intentó” infructuosamente evitarlo. No obstante justificó su comportamiento al sostener que se “hace cargo” de lo sucedido e insistió con que su responsabilidad es “estar al lado de la gente (más aún) en una situación de emergencia tan desesperante como esta”.
El hecho se registró días atrás en jurisdicción de Arteaga y fue constatado por personal policial de la comisaría local, tras ser advertido por lugareños de la irregular situación que se estaba produciendo a unos 200 metros de un puente que cruza el Carcarañá y que, finalmente, derivó en la apertura de una causa judicial.
El caso está en manos de las fiscales del Ministerio Público de la Acusación de Casilda, Marianela Luna y Lorena Aronne, quienes dispusieron una serie de medidas al respecto, aunque no surgieron detalles.
Hasta retroexcavadoras. Fuentes policiales indicaron a La Capital que para realizar las zanjas que posibilitaron el cruce de las aguas sobre la ruta fueron utilizadas picos, palas y hasta retroexcavadoras, aunque Bizet ayer aseguró a este medido que ninguna de las herramientas usadas pertenecen al municipio.
Si bien nadie ignora la compleja situación que vive la comunidad de Cruz Alta y que incluso movilizó fuertes muestras de solidaridad, el inesperado suceso causó cierto malestar porque terminó impidiendo la circulación del tránsito y afectando especialmente a vecinos de la localidad santafesino de Armstrong y zonas aledañas que utilizaban frecuentemente esa vía de comunicación para trasladarse a Cruz Alta. El tránsito aún permanece cerrado en ese tramo en y la conexión con la autopista Rosario-Córdoba y la ruta 92.
Compleja situación. El desborde del río Carcarañá, que ayer registró una nueva crecida (ver nota complementaria) azotó la zona norte del casco urbano de Cruz Alta donde ingresó agua a, por lo menos, medio centenar de viviendas además de afectar al Club Newbery & Everton Social y Deportivo, y también a un natatorio privado, entre otros lugares de la costanera.
Aún permanecen evacuados unos 100 vecinos que se encuentran alojados en las instalaciones de un instituto de educación técnica y en casas particulares de familiares y amigos. Si bien el panorama continúa siendo preocupante, ayer mejoró y hasta cambió el ánimo social. Es que la crecida del río Carcarañá a causa de los excesos hídricos de sus afluentes comenzó a ceder.
“Después de siete días de crecida constante hoy (por ayer) el río bajó por primera vez unos centímetros, lo cual es una buena señal”, aseguró ayer a este diario el secretario privado del intendente, Ramiro Belliy.
La administración local está haciendo frente a las emergencias fundamentalmente con recursos genuinos aunque también recibió del gobierno cordobés colchones y agua mineral para los damnificados y espera más asistencia.
Asimismo está llevando adelante una campaña de vacunación para prevenir enfermedades en sectores de la población perjudicados por la inundación. “Como la crecida fue lenta aunque constante posibilitó que muchas familias puedan sacar las cosas de sus viviendas aunque los daños que ya empezamos a revelar son muchos”, apunto el colaborador del mandatario local.
En tanto Bizet adelantó que tiene previsto realizar un estudio para definir y ejecutar las obras que se necesitan a los efectos de prevenir problemas similares en el futuro.
Fuente: La Capital
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(2594) Córdoba - Argentina
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