Laura cose pelotas de fútbol. Vive en Bell Ville y se dedica a eso desde hace unos 10 años. “Yo cuido a una persona mayor medio día y tengo buenos ratos para hacerlo, mientras charlamos. Lo tengo calculado: con eso pago la comida de mi familia”, dice.
Va hasta la fábrica, retira de a seis pelotas para coser y, cuando las entrega, se las pagan y se lleva otras. Por tarde, cose cuatro; a veces, más. Dice que hace rato le pagan 70 pesos por pelota y cree que deberían aumentarle. “Pero nos han dicho que no se puede, que las pelotas quedan muy caras”, cuenta.
Por estos días, la petrolera estatal YPF tiene una promoción en la que, si uno carga 500 pesos de combustible, puede obtener un fútbol por 180 pesos (o mediante el canje de tres mil puntos de su tarjeta de afinidad).
Esas pelotas son hechas en China. “YPF nos pidió cotización, pero no hay manera de competir; ninguna posibilidad”, cuenta Fernando Fuglini, uno de los dueños de la fábrica Dale Más, de Bell Ville, capital nacional de la pelota de fútbol.
En la zona, hay un polo de pequeñas y medianas empresas que hacen pelotas, en un trabajo que es 90 por ciento artesanal. Cuenta que YPF compró 500 mil balones a razón de 70 pesos cada uno, precio final puesto en Buenos Aires.
“Es la plata que los talleres pagamos a las costureras por coser una pelota”, reconoce. Pero antes de eso, hay que armar el cuero, después cerrarlo y agregar el costo de los materiales, de logística, impuestos y servicios varios.
El precio más bajo al que podía llegar Dale Más es 220 pesos: el valor de tres chinas. “Nosotros estamos evaluando importar... no sé si no es una locura, y salvar al menos a las 50 personas que tenemos acá laburando”, dice.
INFO: LA VOZ DEL INTERIOR
--------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario