Cristian Moschitari (38) está acusado del brutal crimen en plena vía pública. De ser hallado culpable, recibiría perpetua.
Expectativas, recuerdos, congoja y dolor, es la mezcla que por estas horas hay en la ciudad de Villa María, donde hoy comenzará el juicio por uno de los femicidios más conmocionantes que ocurrieron en Córdoba, cuando el acusado mató a mazazos a su pareja en plena vía pública.
El debate, con jurados populares, tendrá en el banquillo de los acusados a Cristian Moschitari (38), supuesto autor del delito de “homicidio calificado por alevosía”.
«Se prevé que serán largas jornadas con muchos testigos», indicó un vocero judicial, adelantando el duro trabajo que tendrá el tribunal, que presidirá el doctor René Gandarillas, y los jurados populares. El representante del Ministerio Público Fiscal es el doctor Francisco Márquez.
El sangriento episodio ocurrió en la mañana del 29 de setiembre de 2011, luego que el imputado concertara una “cita” con la víctima, Claudia Rodríguez (36), con quien tenía dos hijos en común.
Una sangrienta mañana
Esa mañana, a primera hora, Claudia Rodríguez habría recibido una llamada de su ex pareja. No era la primera vez que insistía en encontrarse tras la decisión de separar sus vidas hacía cuatro meses.
Pero esta vez, ella habría aceptado la cita a media mañana, en proximidades de su lugar de trabajo, en el Área de Obras Privadas de la Municipalidad de Villa María.
Con la excusa de ir a comprar bizcochos, la mujer salió del Palacio Municipal y caminó hasta la calle Antonio Sobral al 300, frente al Colegio secundario Bernardino Rivadavia, donde habría subido a un vehículo Volkswagen Senda ploteada con la marca de una alarma, en el que se conducía el acusado Cristian Moschitari.
Arriba del vehículo habría comenzado la discusión y el hombre habría comenzado a golpearla, por lo que la mujer alcanzó a bajarse. Él, decidido, la siguió y la tomó a mazazos en plena calle ante la mirada atónita de los transeúntes.
Según algunos testigos, el episodio fue violento, desmedido, rápido e impactante, a tal punto que nadie alcanzó a reaccionar, por lo que Moschitari -con toda su ropa ensangrentada- salió caminando dejando atrás la precaria arma asesina.
La mujer yacía muerta sobre el pavimento ante la atónita mirada de los ciudadanos, muchos de los cuales incluso se descompusieron por el macabro panorama.
Un móvil policial llegó al lugar de la tragedia alertado por un vecino y logró la aprehensión del agresor. «Estaba como perdido», dijo un testigo que no salía de su asombro.
El episodio ocurrió frente al Colegio Bernardino Rivadavia, cuyos alumnos estaban en un receso y comenzaron a observar la llegada de los móviles y las ambulancias que comenzaron a poblar las calles.
INFO: LA MAÑANA DE CÓRDOBA
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