Condenaron a 10 años de prisión a Daniel Lungo por el asesinato de Pablo Conti

Luego de un proceso judicial de casi dos años de duración, la justicia santafesina condenó a 10 años de prisión a Daniel Lungo (43) -ex dueño del boliche bailable Galileo de la ciudad de Pérez-, por el asesinato del ex futbolista del Club Leones Pablo Conti, ocurrido en Marzo de 2010 a la salida del local bailable nocturno regenteado por el acusado, quien le asestó una puñalada mortal en el tórax. El magistrado Julio César García, a cargo del Juzgado de Sentencia de Sexta Nominación de Rosario, lo halló culpable del delito de “homicidio simple y lesiones leves”, en tanto que dejó en suspenso una pena de un mes de cárcel para Josué Testa, socio de Lungo, quien deberá realizar tareas comunitarias durante dos años.
En ambos casos, la pena impuesta por el magistrado no concuerda con lo solicitado por la querella, que para el caso de Lungo había solicitado la figura de “homicidio calificado por alevosía” (penas de hasta 25 años) y para Testa ser considerado como partícipe necesario y lesiones graves.

Según los testimonios aportados en la causa, el crimen se produjo luego que alrededor de las 6 de la mañana se causara un altercado entre un grupo de jóvenes entre los que se encontraba Conti y sus amigos, quienes fueron retirados de la discoteca. Ello generó un cuestionamiento al personal, en el que los expulsados se quejaron porque no habían retirado al otro grupo. Testigos presénciales del hecho refirieron en el juicio que tras el altercado inicial, Daniel Ángel Lungo salió a la puerta de la confitería y tuvo un cruce de palabras con uno de los amigos de Conti, a quien luego de mostrarle una navaja lo invitó a pelear. Ambos se trenzaron a golpes de puño y Lungo salió lastimado, allí intervinieron empleados de seguridad y Josué Testa quien se peleó a las trompadas con el futbolista en la plaza de enfrente, hasta que Lungo se acercó con una navaja, acuchilló a Conti en el tórax e hirió en la mano a un amigo de la víctima. Cuando Conti cayó al piso, Testa golpeó su cabeza contra un árbol y lo tomó a patadas mientras la víctima le decía “me vas a pegar ahora que estoy herido”. Sin embargo, la pretensión de la querella de encuadrar el hecho en un homicidio calificado por alevosía fue descartada por el magistrado quien refirió que si bien hubo indefensión de la víctima, no se dio el otro requisito de la figura que es el obrar seguro y sin riesgos del agresor.

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