Pero en los penales, Michael Etualin fue héroe y le dio la clasificación a la cuarta fase de la Copa Argentina.
Por esa victoria alcanzada en la instancia de los penales por 4-3 ante Sarmiento de Leones, el rival que lo hizo sufrir toda la noche en la Boutique.
Por esa victoria alcanzada en la instancia de los penales por 4-3 ante Sarmiento de Leones, el rival que lo hizo sufrir toda la noche en la Boutique.
En los 90 minutos, el 0-0 fue inamovible y la resolución estuvo en las manos del ex arquero de Ferro, al detener los tiros de Marcos Bustos (ex Belgrano) y Julio Cuello (ex jugador de la “T”) y en los botines de Guillermo Cosaro, Walter Ledesma, Emiliano Pérez y Claudio Riaño.
Pese a ser su primer partido en la Boutique, Sarmiento sabía de la historia albiazul y su presente. Su DT, Aníbal Muggione, nació en Talleres: hijo de Gualberto Vidal (gloria de los ‘60 y los ‘70), y delantero desde 1983 (debutó con José Omar Reinaldi). Jugó en la era Amadeo Nuccetelli, el histórico y ya fallecido presidente albiazul, que nació justamente en Leones.
También sabía que debía taparle el circuito de juego que había formado con Ramiro Pereyra, Agustín Díaz y Gabriel Carabajal. Logró romperlo y con la dupla Lucas Cardarelli- Diego Sueldo, más el aporte de Rubén Anatrini, le llegó tres veces.
Talleres tuvo que esperar que su rival se cansara, que ingresara Claudio Riaño y que se fuera expulsado Diego Ceballe para aspirar a más. Tuvo cuatro chances, pero no estuvo derecho.
Al final, tras el 0-0, Etulain fue el que lo sacó de aquel incómodo lugar al que lo había llevado Sarmiento. Y primó otra imagen: la del festejo de Talleres gracias a su arquero.
El partido se jugó con un marco de más de 10 mil personas, las cuales el Demonio llevó más de mil hinchas.
También sabía que debía taparle el circuito de juego que había formado con Ramiro Pereyra, Agustín Díaz y Gabriel Carabajal. Logró romperlo y con la dupla Lucas Cardarelli- Diego Sueldo, más el aporte de Rubén Anatrini, le llegó tres veces.
Talleres tuvo que esperar que su rival se cansara, que ingresara Claudio Riaño y que se fuera expulsado Diego Ceballe para aspirar a más. Tuvo cuatro chances, pero no estuvo derecho.
Al final, tras el 0-0, Etulain fue el que lo sacó de aquel incómodo lugar al que lo había llevado Sarmiento. Y primó otra imagen: la del festejo de Talleres gracias a su arquero.
El partido se jugó con un marco de más de 10 mil personas, las cuales el Demonio llevó más de mil hinchas.
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