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lunes, 22 de agosto de 2011
Detuvieron a un chico de 15 años que habría quemado seis automóviles en Río Cuarto
Un joven de 15 años confesó a la Policía haber quemado ayer en casi una hora seis vehículos estacionados en la calle en el sudoeste de Río Cuarto. No hubo heridos. El chico fue detenido por la Policía cuando escapaba en bicicleta tras incendiar el último rodado. Llevaba una botella con nafta y un encendedor.
El jovencito le admitió a los uniformados los ataques incendiarios, aunque no especificó los motivos. Tras ser aprehendido, quedó en libertad y fue enviado a su casa, donde vive con su madre, por orden de un Juzgado de Menores. Precisamente por ser menor de edad, no se le abrió causa.
Eran las 3.30, cuando comenzó a sonar la sirena en el cuartel de bomberos. Alguien llamó alertando que un viejo Renault 12 se incendiaba en el cruce de avenida Sabattini y Ordóñez. Cuando la autobomba partió, entró otra llamada dando cuenta que se quemaba una Ford F-100 a la vuelta de la manzana del otro coche. “Es un mismo tipo”, razonaron los bomberos.
No había pasado mucho cuando entró otro llamado al cuartel alertando que se quemaba un R-12 Break en calle Ordóñez al 100, a una cuadra de los anteriores. Rápido, la alerta comenzó a emitirse por la frecuencia policial en los móviles que patrullaban el sector: había que buscar a un hombre o una pandilla que andaba quemando autos en zonas oscuras.
Instantes después, otro incendio: esta vez un furgón en calle Santa Rosa al 400. Los policías sentían que les estaban “tomando el pelo” y los bomberos no daban abasto.
Corría casi una hora del primer ataque, cuando se registró otro caso más: una Chevrolet S-10 en calle Medrano al 2000. Llegó la autobomba y los bomberos vieron, a lo lejos, otra columna de fuego y humo. Era a unas ocho cuadras: esta vez un Rastrojero. “No puede estar lejos, carajo. Abran los ojos”, bramó el comisario Oscar Zuin, vía handy, a sus subordinados.
Varios móviles coparon el sector y lograron dar con un chico en bicicleta. “¡Parate ahí!”, gritó un policía. El chico frenó. No tendría escapatoria. Le hallaron una botella con nafta, un encendedor, papeles, llaves y parlantes que serían robados de algunos autos.
El joven admitió los ataques, aunque no dijo por qué. “No tiene papá y a su mamá la pasa por encima. Tiene serios problemas de conducta”, comentó un policía.
En la zona no se habían registrado casos similares, salvo años atrás, en barrio Banda Norte, aunque por esos episodios cayó un piromaníaco.
INFO: LA VOZ ON LINE
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