NOS ELEGÍS TODOS LOS DÍAS PARA INFORMARTE

NOS ELEGÍS TODOS LOS DÍAS PARA INFORMARTE

MAS DE 15 MIL LECTORES POR DIA LA VISITAN

MAS DE 15 MIL LECTORES POR DIA LA VISITAN

EL ÉXITO DE LA PAGINA SOS VOS !!!

EL ÉXITO DE LA PAGINA SOS VOS !!!

PARA PUBLICITAR EN LA VIDRIERA

PARA PUBLICITAR EN LA VIDRIERA

ESPACIO PUBLICITARIO: MUNICIPALIDAD DE LEONES

ESPACIO PUBLICITARIO: MUNICIPALIDAD DE LEONES

ESPACIO PUBLICITARIO: COOP. AGRICOLA GANADERA DE LEONES LTDA

ESPACIO PUBLICITARIO: COOP. AGRICOLA GANADERA DE LEONES LTDA

ESPACIO PUBLICITARIO: DON COCO

ESPACIO PUBLICITARIO: DON COCO

ESPACIO PUBLICITARIO: BEFF LOMITERIA

ESPACIO PUBLICITARIO: BEFF LOMITERIA

ESPACIO PUBLICITARIO: AUTOSERVICIO MENDOZA

ESPACIO PUBLICITARIO: AUTOSERVICIO MENDOZA

ESPACIO PUBLICITARIO: EL RINCONCITO DEL SANDWICH

ESPACIO PUBLICITARIO: EL RINCONCITO DEL SANDWICH

ESPACIO PUBLICITARIO: MUTUAL DE AMIGOS DEL CLUB SARMIENTO

ESPACIO PUBLICITARIO: MUTUAL DE AMIGOS DEL CLUB SARMIENTO

ESPACIO PUBLICITARIO: MULTI SERVICE "TITO"

ESPACIO PUBLICITARIO: MULTI SERVICE "TITO"

ESPACIO PUBLICITARIO: ATALAYA S.R.L.

ESPACIO PUBLICITARIO: ATALAYA S.R.L.

ESPACIO PUBLICITARIO: CABURE PINTURERIA

ESPACIO PUBLICITARIO: SOTIVA SUPERMERCADO

ESPACIO PUBLICITARIO: SOTIVA SUPERMERCADO

ESPACIO PUBLICITARIO: COBERTURA DE SALUD BELL VILLE

ESPACIO PUBLICITARIO: COBERTURA DE SALUD BELL VILLE

ESPACIO PUBLICITARIO: LA NUEVA ESQUINA CARNICERÍA

ESPACIO PUBLICITARIO: LA NUEVA ESQUINA CARNICERÍA

ESPACIO PUBLICITARIO: AVICOLA LEONES

ESPACIO PUBLICITARIO: AVICOLA LEONES

ESPACIO PUBLICITARIO: AGROVIAL

ESPACIO PUBLICITARIO: AGROVIAL
Empresa especializada en: Nivelación de terrenos, limpieza de canales, excavaciones, desmontes, demoliciones, movimientos de suelo, alquiler de maquinaria, videos e imágenes aéreas.

-------------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------------

ESPACIO PUBLICITARIO: MUTUAL DE AMIGOS DEL CLUB SARMIENTO

ESPACIO PUBLICITARIO: MUTUAL DE AMIGOS DEL CLUB SARMIENTO

ESPACIO PUBLICITARIO: BANDA ANCHA COSPUL

ESPACIO PUBLICITARIO: BANDA ANCHA COSPUL

ESPACIO PUBLICITARIO: TARJETA LOCAL Y MARCOS JUÁREZ

ESPACIO PUBLICITARIO: TARJETA LOCAL Y MARCOS JUÁREZ

ESPACIO PUBLICITARIO: Muebleria El Hogar de Los Novios

ESPACIO PUBLICITARIO: Muebleria El Hogar de Los Novios

ESPACIO PUBLICITARIO: INDUBOL S.A.

ESPACIO PUBLICITARIO: INDUBOL S.A.

ESPACIO PUBLICITARIO: "MICA" COMIDA ARTESANAL

ESPACIO PUBLICITARIO: "MICA" COMIDA ARTESANAL

ESPACIO PUBLICITARIO: EMPRESA RESCALDANI

ESPACIO PUBLICITARIO: EMPRESA RESCALDANI

PUBLICITA EN LA VIDRIERA

PUBLICITA EN LA VIDRIERA

ESPACIO PUBLICITARIO: UNIVERSO BELLEZA S.R.L.

ADVERTENCIA LEGAL: LEY 11.723

ADVERTENCIA LEGAL: LEY 11.723

PRONÓSTICO DEL TIEMPO EXTENDIDO

PARA PUBLICITAR EN LA VIDRIERA

PARA PUBLICITAR EN LA VIDRIERA

ESPACIO PUBLICITARIO: CABLEVISIÓN

ESPACIO PUBLICITARIO: LAVADERO DE ROPA Y ACOLCHADOS "A Y S"

ESPACIO PUBLICITARIO: LAVADERO DE ROPA Y ACOLCHADOS "A Y S"

ESPACIO PUBLICITARIO: LA TABLITA

ESPACIO PUBLICITARIO: LA TABLITA

ESPACIO PUBLICITARIO: HORACIO "tito" HERNANDEZ

ESPACIO PUBLICITARIO: HORACIO "tito" HERNANDEZ

ESPACIO PUBLICITARIO: LUCIANA CHIABRANDO

ESPACIO PUBLICITARIO: LUCIANA CHIABRANDO

ESPACIO PUBLICITARIO: COSPUL

ESPACIO PUBLICITARIO: COSPUL
ADVERTENCIA LEGAL : LA VIDRIERA DE LEONES (http://claudelos.blogspot.com) No se hará responsable de la información publicada, siempre y cuando se cite la Fuente de la misma. Según Art.28 de Ley 11.723 "Las noticias de interés general podrán ser utilizadas, transmitidas o retransmitidas; pero cuando se publiquen en su versión original será necesario expresar la fuente de ellas".

lunes, 7 de noviembre de 2016

Después del secuestro, en Leones hay miedos, silencios y desconfianzas

Los pobladores hoy no quieren hablar en voz alta sobre Javier Francucci, la pareja de la víctima, Gabriela Oliveto. Le temen por sus negocios y problemas judiciales. La madre y un hermano de la mujer afirman que el drama los cambió para siempre.

Arriba de una cosechadora que parece una nave espacial, el peón lleva horas trabajando en un campo que se pierde en el horizonte. Por polvorientos caminos laterales, dos camiones con acoplados repletos de granos acaban de partir hacia Rosario. En ese y otros establecimientos rurales cercanos, como blancos y gigantescos gusanos reposan silo-bolsas repletas de soja. 

La ruta de ingreso al pueblo es surcada por autos y 4x4 último modelo que van y que vienen. En el bulevar principal, imponentes chalets conviven con casas más sencillas. 

Las calles están limpias y sanas. Un hombre barre la plaza, una mujer manguerea la vereda, una vecina pasa en bicicleta bolsa de compras en mano y saluda, un hombre en moto le responde, dos chicos vuelven del colegio sin soltar sus celulares.

En el bar del club céntrico, un jubilado idéntico a “don Ciccio” de El Padrino II lee un diario porteño, otro hombre arranca su segundo vermú, dos mujeres que parecieran haber salido del gimnasio beben gaseosa con hielo, tres forasteros hablan sin darse cuenta de que hay que hacerlo en voz baja y que siempre se saluda. 

Las bicicletas parecieran ser más que las motos.

Para completar la postal de un pueblo en paz, el sol brilla en el firmamento y pinta las copas de añosos árboles. Nunca se ve un patrullero. Hay dos rotos en la comisaría y el que anda, está parado.

Hay una linda casa a pocas cuadras del centro, con pileta en el jardín, y un muro de ladrillo visto en su frente. Cada tanto sale un policía por el portón automático, mira para todos lados y vuelve a entrar. Jamás saluda. El sargento lleva horas como custodia. 

No es una casa cualquiera: de allí, hace siete días, fue sacada en camisón y jeans una bella mujer de 51 años, madre de dos chicos, a manos de una banda de encapuchados que se la llevó secuestrada, para dejarla un día después abandonada en el conurbano bonaerense, sin que se pague rescate. El caso conmovió al país.

Sin embargo, en Leones, uno de los tantos pueblos devenidos en ciudad donde nunca pasaba nada hasta que un día pasa, no hay conmoción. 

No hay miedo, ni pánico, ni estremecimiento, ni intranquilidad, tampoco hay un visible o palpable reclamo de justicia.

De espaldas

Basta con recorrer sus calles, plazas, bares, clubes, el municipio, sus instituciones y hablar con algunos de sus pobladores para ver que allí pareciera no haber pasado nada. 

Y lo que es más llamativo: muy pocos, por no decir nadie, reclaman justicia por la pesadilla que sufrió María Gabriela Oliveto, una vecina de siempre, hija de una tradicional familia de clase media acomodada e hija del médico más conocido del pueblo, que murió hace cinco meses. 

Nadie quiere hablar en voz alta del caso. Mucho menos dar su nombre. Pareciera que algunos, incluso, dan la espalda al caso.

No es que descrean del secuestro, que efectivamente existió. 

No es que no quieran que la Policía dé con los delincuentes.

El temor, el silencio y las desconfianzas tienen que ver con la pareja de Gabriela: Javier Emilio Francucci, un leonense de 47 años y padre dos chicos, dedicado desde siempre a la compra, arreglo y venta de camiones. 

Ese darle la espalda a Francucci va más allá. 

El hombre, que nació pobre y que tuvo un importantísimo crecimiento económico en los últimos tiempos, tiene varios conflictos abiertos con la ley por la tenencia de vehículos que serían robados.

Incluso, llegó a ser investigado y señalado por tener supuestos contactos non sanctos con policías y funcionarios judiciales co­rruptos. 

Sin embargo, nunca se le demostró nada. 

Hoy, dos elevaciones a juicio por encubrimiento duermen en ­tribunales.

La sospecha de los investigadores es que el secuestro de Gabriela, el lunes último a la madrugada, fue una venganza contra Francucci por una supuesta millonaria deuda que él contrajo. 

La banda quería secuestrar a un hijo del mecánico, pero como no vive con él, optó por llevarse a su pareja, con quien convivía hacía dos años. 

“El secuestro fue al azar”, repite Francucci y los policías hacen cola para rebatirlo, mientras esperen que aporte nombres de sus enemigos. 

“Quién no tiene un muerto en el placard”, sostiene Francucci. Y los vecinos hacen cola para darle la espalda.

Cuesta y mucho encontrar gente en Leones que hable bien de él. Son muchos los que le temen o miran para otro lado. Tantos otros piden no dar su nombre a la hora de trazar su perfil, su crecimiento y sus recurrentes problemas con la Justicia.

No todo es malo. Hay quienes recuerdan con diversión lo estrafalario de su persona, sus ostentaciones y la forma de hacerse ver en distintos autos importados. 

Nadie olvida aquel cumpleaños cuando llegó a la fiesta en heli­cóptero. 

Ni sus contactos con políticos, como por ejemplo el exintendente local Fabián Francioni.

“Es un gran tipo, laburante y gran padre”, dice su hijo de 17 años, quien es su mano derecha en el taller mecánico emplazado en la zona más humilde de Leones. 

“¿Javier? ¡Es un tipazo, un flor de padre! Él se cansó de ayudar a este pueblo, de donar plata a los hospitales, a los clubes, dio trabajo”, dice su exesposa, Viviana Acosta, madre de sus dos hijos, quien también trabaja con él.

La madre de Gabriela, Amanda Crossetti, evita elípticamente hablar sobre Javier. 

“Gaby no cuenta nada. Creo que se lleva bien con él... No me meto en la vida de mis hijos”, afirma Amanda cuando se le pregunta por la pareja de su hija.

Rapto silencioso

En Leones, una ciudad de poco más de 10 mil habitantes ubicada en el departamento Marcos Juárez, al sudeste provincial, y donde sólo ocurrían hurtos y algunas peleas cada tanto, nadie quiere hablar en voz alta del secuestro. 

Prefieren seguir el caso por televisión y sacar conclusiones. 

Eso sí: nadie deja de agradecer a Dios que Gabriela, quien había empezado a ganarse la vida como diseñadora de ropa, esté sana y salva. 

La mujer no quiere hablar aún con la prensa. El shock , pese a su fuerte carácter, perdura. 

Su familia la protege. En su Facebook se acumulan mensajes de apoyo y cariño.

El caso está plagado de puntos extraños. El más sobresaliente es que la banda fue capaz de llevársela secuestrada, cambiarla de autos, cruzar tres provincias, exigir rescate millonario y liberarla un día después sin cobrar un peso. 

La Policía saca tajada y señala que fue liberada por el “operativo” desplegado en Buenos Aires, tras el rastreo de los teléfonos ­celulares.

Otro punto llamativo es que en Leones, los vecinos de Francucci señalan que no se vio ni escuchó nada raro, aquella madrugada. 

“Mi pitbull ni se mosqueó”, dice Juan Carletti, quien vive a la vuelta de la casa de Francucci, frente al baldío por donde entraron los delincuentes. 

Para acceder a la casa, el grupo apoyó una tarima como escalera sobre un muro.

La residencia de Francucci lejos está de ser una fortaleza como muchos dejaron trascender apenas se supo del secuestro. 

No tiene alambres de púa, ni alarma, ni cámaras, ni perros ­bravos. 

Muchos insisten que no se oyeron ruidos. 

Pero, ¿qué banda ataca a una familia a los gritos y haciendo escándalo? 

Aquella madrugada, a pocos metros de esa casa, un grupo de jóvenes disfrutaba en voz alta del tercer tiempo tras un partido de fútbol. Además, soplaba viento fuerte. ¿Quién iba a escuchar algo?

La banda buscaba a un hijo de Francucci. Como no lo hallaron, se llevaron a Gabriela. 

“Dieron vuelta la casa, revolvieron todo. Buscaban algo”, explica Amanda, madre de la víctima. 

“Fue algo espantoso. Menos mal que no le hicieron daño. Todos temíamos que pasara cualquier cosa, una mujer en manos de esos hombres”, resalta la mujer, quien subraya que su hija es fuerte y que volvió a trabajar.

Los Oliveto habían sufrido un duro cachetazo meses atrás, cuando murió Aldo, el médico jefe de familia.

“Gaby está bien. Fue algo espantoso, pero ya pasó. Es algo que nos cambió la vida a todos para siempre. Déjenla tranquila, por favor”, pide José, uno de los hermanos de Gabriela.

La investigación judicial todavía no arroja mayores novedades. La banda sigue libre. 

Los detectives no dejan de mirar hacia Francucci.

“Basta, flaco, no quiero hablar más. Soy educado, no hagas que sea grosero”, le dice Francucci al periodista de La Voz . 

En el pueblo algunos afirman que la pareja se rompió. En su círculo íntimo lo niegan.

Mientras tanto, algunos en la ­familia Oliveto descreen de la Justicia y de la Policía. Amanda es una de ellas. “Ya no creo en nadie”, concluye la mujer, con lágrimas en los ojos.

Las claves de una causa con repercusión nacional

Secuestro. Alrededor de las 2 de la madrugada del lunes 31 de octubre, Gabriela Oliveto (51) fue secuestrada por una banda que ingresó en un domicilio de Laprida 1647 de la ciudad de Leones, al sudeste de la provincia de Córdoba. Estaba en camisón y le dieron tiempo de que se pusiera un jean cuando se la llevaron cautiva. Su actual pareja, Javier Emilio Francucci (47, foto), que estaba con ella al momento del secuestro en la casa que comparten radicó la denuncia.

Demora. Llama la atención que la primera autoridad judicial de la fiscalía local recién se enteró del caso a las 5 de ese lunes.

Liberación. La mujer fue liberada 24 horas después en un descampado de la localidad de Pilar, en el Gran Buenos Aires, a 420 kilómetros del lugar del secuestro. Lo que significa que Gabriela mientras estuvo cautiva fue llevada por tres provincias.

Sospechas. Desde un primer momento los investigadores sostienen la hipótesis de que los delincuentes secuestraron a Gabriela como parte de un “ajuste de cuentas” por alguna deuda que tendría su pareja, Francucci, que se dedica a la compra, venta y arreglo de camiones.

Fiscal. Al ser un secuestro extorsivo, la causa pasó al fuero federal. Quedó a cargo el fiscal subrogante de Bell Ville Guillermo Ríus, quien solicitó colaboración a la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Secuestros Extorsivos, a cargo de Santiago Marquevich.

INFO: LA VOZ DEL INTERIOR
----------------------------------------------------------

No hay comentarios: