INRIVILLE: “Prudente expectativa” para resolver el caso Bortot

Un jornalero, hoy preso, habría visto a Mariela y ahora reorientó la pesquisa. Señaló el lugar donde ayer hallaron restos óseos.Además, señaló al sospechoso de la desaparición, el expolicía Orellano, aunque en Inriville sospechan que este presidiario sería el responsable.
Con “prudente expectativa” se sigue en las últimas horas la investigación por la desaparición de Mariela Bortot, de quien no se sabe nada desde el 24 de enero de 2014. Ayer se hallaron restos óseos en un campo de Puente Mora, entre las localidades de Monte Buey, Inriville y Leones, lo que terminó por sellar con signos de certeza una hipótesis que venía cobrando fuerza en las últimas semanas.
En la mañana de ayer un equipo de forenses a las órdenes del fiscal de Bell Ville Arturo Aliaga ­realizó una excavación en este campo y apenas comenzó a abrir la tierra encontró dos huesos, un cúbito y un radio (ambos del antebrazo), lo que hizo detener el operativo. Los responsables de la tarea decidieron frenar la excavación, precintar todo y poner custodia hasta que intervenga el Departamento de Antropología Forense de Córdoba. Estos expertos serán quienes rescaten el cadáver para preservar de la mejor manera la prueba.
Según fuentes policiales, a simple vista los restos son humanos. No obstante, el análisis más acabado permitirá confirmarlo y, si es así, serán necesarios estudios genéticos para saber si pertenecen a Mariela.

Desde la cárcel

Juan Ramón Rodríguez, tiene 38 años y actualmente está encerrado en la cárcel de Villa María por abuso sexual con acceso carnal. Desde hace un tiempo milita en un grupo religioso que le ha cambiado su visión de la vida y ha comenzado a manifestar su arrepentimiento por sus pecados. 
En esa línea, venía insistiendo ante las autoridades penitenciarias que tenía guardado algo que necesitaba exteriorizar y que quería hablar con los familiares de Mariela Bortot. 
De tanto insistir, desde la Justicia decidieron convocar al interno del penal villamariense y citarlo a declarar.
Lo que relató este “testigo” es que la misma tarde que Mariela desapareció, la vio acompañada de un hombre en un campo en el cual él estaba trabajando, arriba de una maquinaria.
Las fuentes policiales sostienen que, además, dijo que el hombre que la acompañaba era quien está imputado por la desaparición de Mariela pero fue liberado por falta de pruebas, el policía retirado Jorge Orellano. Este uniformado era custodio en una estancia del intendente de Inriville Marcos Rodrigué.
Los relatos del convicto comen­zaron a cobrar visos de certidumbre y coherencia. Desde la Justicia decidieron adjudicar la pesquisa a la Dirección de Investigaciones Operativas (DIO) dependiente de la Fiscalía General. Los especialistas de esta unidad encontraron llamativas coincidencias entre lo que decía Rodríguez y los datos de la causa. Tan sólo uno de ellos, tiene que ver con la ropa que vestía Mariela el día de su desaparición.
El núcleo de su versión era que poco después de apreciar a Mariela y Orellano, se aproximó a un lugar donde había tierra removida y, al destapar un poco, apreció algo parecido a una mano. El jornalero aseguraba a los familiares y hombres de la Justicia que esto lo relató una vez a la Policía, pero lo desalentaron de contar lo sucedido. Además, dijo tener mucho temor por lo que sabía y por eso lo calló casi tres años.
Cuando delinearon que había fuertes coincidencias, decidieron llevar ayer al “testigo” a la zona que él afirmaba. El hallazgo de restos óseos fue inmediato.

Otras opiniones

Desde ayer al mediodía, Inriville ha sido un fermento de relatos y conjeturas a partir de este hallazgo.
Así como el “testigo” sostiene que él vio desde lo alto de una máquina agrícola a Mariela junto a Orellano, hay otra persona que cuenta algo bien diferente.
Se trata de un vecino que fue citado por haber sido uno de los últimos que vio a Mariela caminando por la zona rural. 
En aquella oportunidad, este hombre declaró a la Policía que cuando divisó a Bortot, le llamó la atención la manera como la miraba un peón rural que manejaba una máquina fumigadora que estaba trabajando en el mismo campo donde ayer se realizaron las excavaciones. 
Ahora, muchos recuerdan por qué “el testigo” está en la cárcel.

Misterio
Casi 3 años sin noticias. La investigación de su paradero hasta ahora ha sido infructuosa.

INFO: LA VOZ DEL INTERIOR
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