Un productor rural de 44 años confesó el viernes pasado en los Tribunales de Río Cuarto que durante largos meses estuvo explotando laboralmente a un niño de 15 años, en el establecimiento “El Caldén”, de la zona rural de Ucacha.
La víctima de trabajo infantil es el hijo de la pareja de puesteros, quien era sometido a una larga lista de tareas: desde el desmalezado del casco del campo al cuidado de los animales destinados a la “guachera”, el uso del tractor para movilizar rollos, hasta la descarga de camiones que llevaban algodón y maní.
La jornada para R.N.R. arrancaba todos los días a las 6 de la mañana hasta el mediodía y continuaba desde las 2 de la tarde hasta pasadas las ocho de la noche.
Con un dato agravante: a cambio de esa exigencia, el peón no recibía ningún tipo de remuneración en dinero, sino que Ardusso le pagaba entregándoles raciones de carne a sus padres.
Cada una de estas irregularidades fueron reconocidas lisa y llanamente por el productor rural el viernes, cuando fue llevado a juicio por la Cámara Segunda del Crimen, a cargo de Emilio Andruet.
Antes de que Ardusso se presentara frente al juez, su abogado defensor, Mario Roberto Barale, llegó a un acuerdo con el fiscal de Cámara Julio Rivero para ir a un juicio abreviado que le permitió al imputado recibir una pena atenuada y así evitar el riesgo de una condena efectiva de prisión, pues la escala penal del delito de Explotación del trabajo infantil arranca con un año de cárcel pero tiene un máximo de cuatro.
¿Cómo lo descubrieron?
A los quince años, cuando la mayoría de los chicos de su edad estaban cursando tercer año del secundario, R.N.R. trabajaba de sol a sol en el campo ubicado a 80 kilómetros de Río Cuarto.
El caso salió a la luz el 24 de enero de 2017. Ese día, el inspector Daniel Agüero, del Sindicato de Trabajadores Rurales y de la Estiba (Uatre), detectó la explotación del pequeño peón cuando hacía tareas de fumigado al borde de los alambrados.
El inspector labró el acta número 00081747 e inscribió el caso en el número de orden 00417 de la planilla de relevamiento de trabajo infantil.
La documentación y la denuncia al Ministerio de Trabajo dieron el puntapié inicial a la investigación que llevó adelante la Fiscalía de La Carlota, entonces a cargo de Daniel Vaudagna.
Por este episodio, el fiscal imputó del delito de Explotación por trabajo infantil a Román Claudio Ardusso, oriundo de Pascanas, y al médico veterinario nacido en Laborde Claudio Héctor Pedreira, encargado de la estancia “El Caldén”.
El juicio celebrado la semana pasada sólo tuvo un condenado porque Pedreira, a diferencia de Ardusso, no aceptó los cargos en su contra y tomó la decisión de ir a un juicio penal ordinario, que se llevará a cabo más adelante.
INFO: PUNTAL RIO CUARTO
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