Un hombre murió al caer su avioneta fumigadora en un campo cercano a esta ciudad del departamento Iriondo, ubicada a 60 kilómetros de Rosario.
La tragedia ocurrió el jueves, alrededor de las 19. El piloto, Néstor Vannay, se encontraba fumigando un predio sembrado que se extiende hacia el este de la ruta 91 cuando, por causas que se tratan de establecer, su avioneta se precipitó a tierra y se incendió, y fue imposible rescatar al cuerpo de entre las llamas.
Un testigo que presenció el accidente relató que se escuchó una estampida, y que segundos después "se vio la columna de humo negro. Cuando llegamos al lugar, no pudimos hacer nada para ayudar al piloto", narró.
En el lugar se hicieron presentes bomberos voluntarios, un médico de la policía, personal policial y de la Junta de Accidentes de Aviación de la provincia de Buenos Aires. Los especialistas intentan determinar por estas horas los motivos de este accidente.
Vecino del lugar. Vannay tenía 42 años, estaba casado, tenía dos hijos y se domiciliaba en Salto Grande, una localidad ubicada al lado de Totoras. Era propietario de la avioneta, una Piper modelo PA-11-C, desde hacía cuatro años. Había realizado el curso de aviador hacía seis, se sabe que era un apasionado del cuidado de su artefacto y tenía una vasta experiencia en vuelo.
El piloto realizaba habitualmente tareas de fumigación y en los últimos tiempos sus horas de trabajo se habían incrementado debido a que los campos de la zona se encuentran anegados por las lluvias y no se puede realizar la aspersión por tierra que se hace normalmente.
El hombre perdió la vida instantáneamente, su cuerpo quedó carbonizado y la avioneta reducida a un esqueleto de caños.
El caso causó conmoción en Salto Grande, la pequeña localidad de 2.500 habitantes donde vivía el piloto, y de su vecina Totoras, que tiene una población de 11 mil vecinos.
INFO: CADENA SUDESTE
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